(Accede a la 1ª parte del texto)
El punto de partida es trata de evitar en lo posible las
caídas, sin limitar a la persona en sus actividades y en su libertad (Se trata
de “protegerse en algo” y no de
“protegerse de algo”).
Para minimizar el riesgo de caídas, los trabajadores junto
con los residentes ponen su foco de atención en el desarrollo de la competencia
motriz. Las personas que disponen de mayor sensibilidad hacia su propio cuerpo
mejoran y amplían sus capacidades y competencias. Esto ayuda a la persona a
tener un mayor control en sus actividades cotidianas.
Los trabajadores de la residencia (equipo asistencial y terapéutico) desarrollan, junto con los residentes, una oferta de aprendizaje individual, para el desarrollo de esta competencia motriz.
-
Los trabajadores:
o
Mejoran su competencia motriz (mediante la formación
en Kinaesthetics); participan también en actividades formativas específicas
sobre el tema de las caídas.
o
Para analizar el movimiento se emplean los conceptos
de Kinaesthetics. El análisis se centra en las competencias necesarias para
cada posición básica (jerarquía de competencias: las competencias que
adquirimos en posiciones más bajas son la base para desarrollar competencias en
posiciones más altas).
o
Se realiza una valoración del riesgo de caídas, que
incluye la competencia motriz y otros factores personales de riesgo.
o
Modifican y alejan su foco de atención del “cómo
evitar las caídas”, y lo centran en “comprender una caída” (entendida como una
forma del desplazamiento humano).
o
También se tienen en cuenta factores de riesgo
externos, pero en primer plano se atiende al desarrollo de la competencia
motriz de los residentes.
-
Con los residentes:
o
Se presentan ofertas de aprendizaje acordes a cada
situación individual y a las capacidades individuales de cada persona.
o
Se buscan variantes más seguras para levantarse de la
silla (que no sean la habitual de “1, 2 y… ¡3!”).
o
Cómo llegar despacio hasta el suelo, y luego volverse
a levantar.
o
Cómo tomar algo del suelo.
o
Cómo sobrepasar con seguridad el umbral de una
puerta.
o
Incluso mejorar la movilidad en la cama puede ser una
oferta para desarrollar la competencia motriz y así disminuir el riesgo de
caída.
Resultados
Tras el proyecto se puede afirmar lo siguiente:
-
Actualmente aún no se puede confirmar que haya menor
número de caídas, pero sí que disminuye la gravedad de las lesiones como
consecuencia de dichas caídas.
-
Las caídas están ahora asociadas a menos estrés.
-
El personal reacciona con más atención y con más
calma, y es capaz de valorar si la persona que ha caído necesita rápidamente
ayuda para levantarse o si se puede desarrollar con ella una forma para
levantarse del suelo con más autonomía.
-
Disminuye el miedo de los residentes: la espiral que
genera el miedo ante las caídas y la inseguridad está contrarrestada.
-
La experiencia personal de “ya-no-puedo” que suele
seguir a una caída, disminuye. Los residentes tienen más confianza en sí mismos
y muestran más iniciativa y autonomía.
-
El proyecto “Prevención de caídas” se ha convertido
en un paso más hacia la calidad de vida de los residentes.
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