Probarse a si mismo, protege ante las caídas (2ª parte)

Esta entrada es el resumen (traducido) del artículo "Sich bewähren bewahrt vor Sturzverletzungen", de P. Berger y B. Breininger, publicado en la revista Lebensqualität 04/2012.
(Accede a la 1ª parte del texto)

Una oferta hecha a medida
El punto de partida es trata de evitar en lo posible las caídas, sin limitar a la persona en sus actividades y en su libertad (Se trata de “protegerse en algo” y no de “protegerse de algo”).
Para minimizar el riesgo de caídas, los trabajadores junto con los residentes ponen su foco de atención en el desarrollo de la competencia motriz. Las personas que disponen de mayor sensibilidad hacia su propio cuerpo mejoran y amplían sus capacidades y competencias. Esto ayuda a la persona a tener un mayor control en sus actividades cotidianas.

Los trabajadores de la residencia (equipo asistencial y terapéutico) desarrollan, junto con los residentes, una oferta de aprendizaje individual, para el desarrollo de esta competencia motriz.
-        Los trabajadores:
o   Mejoran su competencia motriz (mediante la formación en Kinaesthetics); participan también en actividades formativas específicas sobre el tema de las caídas.
o   Para analizar el movimiento se emplean los conceptos de Kinaesthetics. El análisis se centra en las competencias necesarias para cada posición básica (jerarquía de competencias: las competencias que adquirimos en posiciones más bajas son la base para desarrollar competencias en posiciones más altas).
o   Se realiza una valoración del riesgo de caídas, que incluye la competencia motriz y otros factores personales de riesgo.
o   Modifican y alejan su foco de atención del “cómo evitar las caídas”, y lo centran en “comprender una caída” (entendida como una forma del desplazamiento humano).
o   También se tienen en cuenta factores de riesgo externos, pero en primer plano se atiende al desarrollo de la competencia motriz de los residentes.
-        Con los residentes:
o   Se presentan ofertas de aprendizaje acordes a cada situación individual y a las capacidades individuales de cada persona.
o   Se buscan variantes más seguras para levantarse de la silla (que no sean la habitual de “1, 2 y… ¡3!”).
o   Cómo llegar despacio hasta el suelo, y luego volverse a levantar.
o   Cómo tomar algo del suelo.
o   Cómo sobrepasar con seguridad el umbral de una puerta.
o   Incluso mejorar la movilidad en la cama puede ser una oferta para desarrollar la competencia motriz y así disminuir el riesgo de caída.

Resultados
Tras el proyecto se puede afirmar lo siguiente:
-        Actualmente aún no se puede confirmar que haya menor número de caídas, pero sí que disminuye la gravedad de las lesiones como consecuencia de dichas caídas.
-        Las caídas están ahora asociadas a menos estrés.
-        El personal reacciona con más atención y con más calma, y es capaz de valorar si la persona que ha caído necesita rápidamente ayuda para levantarse o si se puede desarrollar con ella una forma para levantarse del suelo con más autonomía.
-        Disminuye el miedo de los residentes: la espiral que genera el miedo ante las caídas y la inseguridad está contrarrestada.
-        La experiencia personal de “ya-no-puedo” que suele seguir a una caída, disminuye. Los residentes tienen más confianza en sí mismos y muestran más iniciativa y autonomía.
-        El proyecto “Prevención de caídas” se ha convertido en un paso más hacia la calidad de vida de los residentes.

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