(Fragmento del artículo Essen und Trinken de Maren Asmussen y Stefan Knobel, aparecido en la revista lebensqualität 03/2011; adaptado y traducido del alemán al español por Mercedes Fernández Doblado.)
[...] Para poder comer y beber, el ser humano ha de ser capaz de organizar su peso y el movimiento de su propio cuerpo. Para poder hacerlo necesita unas determinadas competencias y capacidades... que no siempre son fáciles de describir. Gracias a la aproximación experimental en primera persona ("first person perspective") de Kinaesthetics, podemos analizar y entender en nosotros mismos qué implica comer y beber. [...]
Comer y beber son, como todas las demás actividades cotidianas, algo que se aprende. Pero no es algo que se aprende una vez y ya está, sino que continuamente se está practicando y por tanto "aprendiendo": se aprende a realizar de una forma más diferenciada.
Poco después de nacer, el bebé comienza a succionar del pecho y a deglutir la leche materna. Esta capacidad tan básica para deglutir ya fue adquirida durante la etapa fetal. Una vez el bebé ha nacido, es muy importante cómo se le ayuda y facilita la deglución: ahora deglutir significa hacerlo "bajo el efecto de la gravedad", y esta situación es totalmente nueva a la que conoce hasta ahora. Si el bebé tiene que esforzarse mucho para beber, podría atragantarse o podría tragar mucho aire.
La madre y el bebé aprenden a organizar las actividades de comer y de beber de una forma cada vez más diferenciada, y a considerarlas como un movimiento corporal global (¡deglutir es mucho más que simplemente unas la contracción de determinadas estructuras anatómicas orofaciales!).
Poco después de nacer, el bebé comienza a succionar del pecho y a deglutir la leche materna. Esta capacidad tan básica para deglutir ya fue adquirida durante la etapa fetal. Una vez el bebé ha nacido, es muy importante cómo se le ayuda y facilita la deglución: ahora deglutir significa hacerlo "bajo el efecto de la gravedad", y esta situación es totalmente nueva a la que conoce hasta ahora. Si el bebé tiene que esforzarse mucho para beber, podría atragantarse o podría tragar mucho aire.
La madre y el bebé aprenden a organizar las actividades de comer y de beber de una forma cada vez más diferenciada, y a considerarlas como un movimiento corporal global (¡deglutir es mucho más que simplemente unas la contracción de determinadas estructuras anatómicas orofaciales!).
Para entenderlo me puedo plantear el siguiente tipo de preguntas:
- ¿Qué sentidos necesito usar para llevarme el alimento a la boca?
- ¿Qué es lo que siento a cerca de la relación de la lengua con el paladar?
- ¿Cómo utilizo mi mandíbula?
- ¿Qué percibo si sólo mastico por un lado?
- ¿Qué percibo si sólo mastico por un lado?
- ¿Qué relación existe entre los movimientos de la cabeza, del tronco y de la pelvis para deglutir?
- ¿De qué forma transporto el alimento en la boca, antes de disparar el reflejo de deglución?
- ¿Qué competencias necesito para poder comer tumbado? ¿Y sentado?
- ¿De qué forma organizo las fuerzas de tirar-empujar durante el acto de la deglución?
- ¿De qué forma adapto mi posición para poder llevar el alimento a la boca, formar el bolo y deglutirlo?
- ¿Qué cambia si como el alimento con los dedos?
- ¿Qué superficie de apoyo tengo/necesito durante la comida?
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